ASMA

El Asma Bronquial es una enfermedad en la que se inflaman los bronquios, en forma recurrente ó continua, lo que produce una obstrucción de los tubos bronquiales (encargados de conducir el aire respirado hacia dentro ó hacia afuera). Ésta obstrucción es de una intensidad variable, y sucede habitualmente en forma de "crisis", que a veces ceden solas ó sólo con tratamientos especiales. La frecuencia de éstas "crisis" es muy variable, en algunos casos sólo una ó 2 veces al año, pero generalmente suceden varias crisis agudas en un período corto de tiempo, sobre todo en las épocas de cambio de clima (otoño y primavera) ó en el tiempo de frío.

En éste padecimiento, la inflamación bronquial se caracteriza por:
•Secresiones bronquiales más espesas y más abundantes ("hiper-secresión")
•Hinchazón interna de los bronquios ("edema")
•Contracción sostenida de los músculos que rodean a los bronquios ("broncoespasmo")
•Destrucción y cicatrización de la membrana celular superficial de los bronquios.
•Bronquio Normal
•Bronquio Inflamado y con Espasmo

Todos éstos cambios inflamatorios pueden suceder de una forma brusca (Asma Aguda) ó en forma lenta y continua (Asma Crónica). Cuando aparecen en forma brusca se le denomina "crisis" ó ataque agudo asmático. Tanto la forma aguda como la forma crónica pueden ser muy variables en cuanto a su intensidad ó duración. Los síntomas ó molestias que caracterizan al asma bronquial son muy variados, y dependen mucho de la severidad del problema; sin embargo los síntomas más frecuentes son:

Tos: Generalmente seca al inicio, y progresivamente flemosa, puede ocurrir en forma esporádica ó por accesos y puede llegar a producir fatiga ó vómitos de flemas. Casi siempre es el primer síntoma de una recaída.

Dificultad Respiratoria: Esta aparece en forma progresiva y puede llegar a ser muy severa, con sensación de ahogo ó "falta de aire"; Sin embargo, es necesario recalcar que no es imprescindible su presencia para el diagnóstico de asma bronquial. Sibilancias: Es el ruido silbante que se produce al sacar ó meter aire en los pulmones debido al estrechamiento interno de las vías bronquiales ("hoguillo"). Puede no ser percibido por la persona afectada y detectarse sólo en la revisión médica.

Flemas: Son las secresiones bronquiales que al producirse en forma abundante en las vías aéreas, suenan al paso del aire como ronquidito ó estertores. Son generalmente muy sueltas y se desprenden con los accesos de tos, y a veces producen náusea y vómito al toser.

Otras molestias: Generalmente son menos frecuentes: dolor torácico, dolor abdominal, sensación de opresión en el pecho, angustia, cianosis (coloración azulada de labios ó uñas), sudoración profusa, manos y piés fríos, palidez, etc. En la mayoría de los casos se presentan también molestias nasales (aunque no se consideran realmente parte del ataque asmático); inclusive se presentan antes de los síntomas bronquiales, "anunciando" su llegada. Éstas molestias son: estornudos, moco claro ó escurrimiento nasal, obstrucción nasal (mormada) y comezón de nariz y ojos.

En nuestro medio, al Asma Bronquial se le conoce también como: "bronquitis", "bronquitis asmática", "bronquitis asmatiforme", "bronquitis espástica", "broncoespasmo", "alergia bronquial", "hoguillo",etc. Ésto se debe principalmente a que los médicos no den el diagnóstico de "asma" hasta que el padecimiento está muy avanzado, usando mejor términos menos impactantes, pues la mayoría de la gente tiene la idea de que el Asma es una enfermedad severa, progresiva e incurable, lo cual está muy lejos de ser cierto actualmente.

El Asma Bronquial es un padecimiento muy frecuente, ya que aproximadamente el 10% de la población general la padece, ó la ha padecido en algún tiempo. Es la causa más frecuente entre las enfermedades crónicas de la infancia; está entre las primeras causas de hospitalización en servicios de urgencia en nuestro medio; y, si no se le diagnostica y trata adecuadamente, puede llevar al paciente a tratamientos inadecuados, largos, costosos e inútiles, de muy diversos tipos, generalmente con pobres resultados, si éstos tratamientos no van dirigidos a la causa real del problema, con el consecuente retraso y e incremento en el riesgo de daño bronquial permanente e irreversible, característico de el Asma Crónica.
El Asma es un padecimiento multifactorial. Sin embargo, cuando el asma se inicia en la infancia, en la mayoría de los casos (80-85%) se puede demostrar un origen alérgico ó hiper-sensibilidad a diversas partículas protéicas inhaladas, suspendidas en el aire que respiramos, ó inclusive ingeridas, en mayor ó menor grado. Cuando el Asma se origina en la edad adulta, las posibilidades de hiper- sensibilidad alérgica disminuyen a un 45 a 50% del total de los casos, siendo aún en ellos muchas veces el factor predominante.

Debido a que el Asma Bronquial es casi siempre la consecuencia de un fenómeno inflamatorio de tipo alérgico, y que las alergias en general tienen un carácter hereditario, es frecuente encontrar antecedentes de Asma ú otros problemas alérgicos en una ó ambas líneas familiares.

Algunas infecciones respiratorias; el ejercicio; algunos medicamentos,como la Aspirina, ciertos anti-hipertensivos y anti-inflamatorios; y ciertos compuestos químicos inhalados con frecuencia, también pueden causar Asma Bronquial, sin que exista necesariamente un proceso alérgico de fondo. La mayoría de los casos de asma tienen como causa a más de un factor; esto es, son Asmas Mixtas, casi siempre con predominio evidente de un factor. Algunos eventos pueden "disparar" las crisis asmáticas en un individuo ya asmático, aunque no sean la causa real del problema. Entre éstos fenómenos "disparadores" tenemos: El ejercicio; el aire frío; alimentos ó bebidas frías; ciertas infecciones; las emociones fuertes; los cambios bruscos de clima; los olores demasiado fuertes; el humo de cigarro ó basuras; el alcohol; algunos tipos de vacunas, etc. En algunos casos el origen real del Asma no puede ser demostrado a pesar de todos los estudios, sobre todo en los adultos; éstos casos se catalogan como Asmas "intrínsecas", y generalmente tienen un peor pronóstico.
Para poder asegurar que un individuo es asmático, el médico se basa principalmente en la evolución de las molestias y sus características clásicas en la revisión médica, las cuales son generalmente muy típicas. El médico deberá de comprobar los datos de obstrucción bronquial, esto es, se deben encontrar sibilancias (chiflido) en la exploración del tórax, ó alguno de los diversos signos que indican inflamación bronquial. Esto quiere decir que para el diagnóstico del Asma, el médico generalmente no necesita de estudios especiales; sin embargo, lo ideal es demostrar objetivamente la obstrucción bronquial por medio de aparatos especiales, llamados "espirómetros", que miden y registran exactamente el grado de obstrucción real de los bronquios. Este tipo de estudio no se puede hacer en niños pequeños, y se hace para confirmar el diagnóstico, ó para valorar su evolución, según sea el caso, lo que ayuda mucho a guiar los tratamientos.

Una vez confirmado el diagnóstico de Asma Bronquial, es necesario tratar de establecer su(s) causa(s). Esto es, establecer el tipo de asma de que se trata, en cada caso en particular. Para ello, el especialista realiza un interrogatorio muy detallado, importando sobre todo los antecedentes familiares, los factores disparadores para cada caso, la respuesta a tratamientos previos, etc. En éste interrogatorio el médico sé da una idea de las causas probables de cada caso, y de ello depende el tipo de exámenes que deberán de realizarse para tratar de encontrar su origen específico, esto es, el tipo de asma de que se trate.

Si el interrogatorio y los exámenes preliminares realizados sugieren un origen alérgico del Asma, entonces se deberán realizar pruebas especiales de alergia, tratando de especificar cual es el ó los alergenos culpables de su problema. Estas pruebas especiales son generalmente en piel ("pruebas cutáneas"), pero no son adecuadas en niños muy pequeños (menores de 2 años); por lo que en éstos casos, se hacen exámenes especiales en sangre, buscando anticuerpos de alergia específicos para ciertos alergenos (alimentos, polvo, pólenes, etc.). Muy raramente se necesitarán exámenes más sofisticados, sobre todo si el especialista sospecha una asociación de su asma con otras enfermedades especiales.
severidad, y la originan diferentes cosas, el tratamiento es, por lo mismo, muy variado, pues deberá ajustarse al grado y tipo de asma de que se trate. Debido a que generalmente es un problema crónico, generalmente se requieren de tratamientos largos ó intermitentes con diferentes tipos de medicamentos, por lo que es ideal estar bajo supervisión periódica por un médico con experiencia en ésta enfermedad, de preferencia especialista en Asma y Alergias.

Control Ambiental:
Lo principal, es determinar si existen factores causales ó "disparadores" en el ambiente en que se desenvuelve el paciente, ya sea en la casa, la escuela ó el trabajo. Si existe la sospecha de que alguno de ellos está influyendo en su problema, es absolutamente necesario tratar de evitar ó eliminar completamente ése factor. La mayoría de éstos factores pueden ser identificados por el interrogatorio y con las pruebas de alergia en piel.

Medicamentos:
Además del control ambiental, por supuesto, se necesitan de medicamentos. Existen varios grupos ó tipos de medicamentos para tratar el Asma Bronquial: El grupo más utilizado y por lo tanto más conocido es el de los broncodilatadores; los cuales relajan ó "dilatan" al músculo que rodea los bronquios, y además disminuyen la producción de secresiones bronquiales. Existen una gran variedad de ellos y en diferentes vías de administración. Pueden usarse uno ó dos de diferentes grupos a la vez, dependiendo de la severidad del broncoespasmo. Cuando la edad lo permita, es preferible usarlos siempre por vía inhalada, por medio de aerosoles presurizados ó aparatos nebulizadores.

Otro grupo que merece una mención especial, lo constituyen los esteroides ó cortisonas; medicamentos con un alto poder anti-inflamatorio. Debido a que el Asma es un fenómeno de inflamación bronquial crónica ó recurrente, las cortisonas son altamente efectivas en éste tipo de padecimiento. Desgraciadamente, tienen fama de ser "malas" ó perjudiciales, lo cual no es necesariamente cierto, de hecho, son casi indispensables en la mayoría de los casos, en alguna de las fases del tratamiento (aunque no todos los pacientes asmáticos los ameritan).

Lo que debe saberse, es que existen muchos tipos de cortisonas, que varían en la potencia y en la duración de su efecto. Cuando se utilizan cortisonas de corta duración de efecto, y potencia moderada ó leve, por vía oral ó inhalada, y por períodos de tiempo controlados, prescritos por un especialista con experiencia en su uso, son medicamentos extremadamente útiles en el tratamiento del asma. Por otro lado, existen ahora excelentes medicamentos del grupo de las cortisonas en aerosol, con potentes efectos anti-inflamatorios y , que por ser aplicados en microdosis, y directamente en el árbol bronquial, no se absorben más que mínimas cantidades a la sangre, por lo que prácticamente carecen de efectos secundarios.

Otro grupo de medicamentos son los llamados preventivos ó estabilizadores, que protegen a la mucosa bronquial, disminuyendo la hiper-reactividad del bronquio a la mayoría de los estímulos "disparadores" ya mencionados. Pueden ser tomados ó inhalados. Con ellos se intenta evitar nuevas recaídas ó crisis, y por lo mismo, éstos medicamentos se utilizan por períodos largos, principalmente en los períodos de tiempo más susceptibles de cada paciente. Habitualmente no deben de utilizarse en la fase aguda. Debido a las características especiales de cada caso en particular, puede ser necesario utilizar medicamentos de otros grupos, como son los antihistamínicos ó antialérgicos; los antibióticos; los expectorantes, etc. Esto deberá de analizarlo el médico en cada caso ó en cada recaída.

La inmunoterapia, conocida comúnmente como "vacunas de alergia" es otra forma de tratamiento del Asma Bronquial. Este método probado de tratamiento consiste en aplicar dosis graduadas de los alergenos responsables (demostrados) de cada caso, aplicadas en forma sub-cutánea en la piel, en forma repetitiva y constante por varios años, lo que se traduce generalmente en una "tolerancia" ó "desensibilización" a los alergenos responsables de la inflamación asmática. Sin embargo, debemos señalar que no todos los pacientes asmáticos son candidatos a éste tipo de tratamiento.Sólo se indica su uso en aquellos asmáticos con alergias a inhalables (Asma Alérgica) difíciles de evitar, y que ya hayan intentado los tratamientos tradicionales sin una buena respuesta. También se pueden indicar en los casos muy alérgicos en los que no sean aplicables medidas de control ambiental efectivas, ó simplemente cuando se quiere eliminar por completo y en forma definitiva el proceso asmático alérgico. Cuando se siguen éstas normas, utilizándolo en éste tipo de casos, y, cuando se lleva un control adecuado del tratamiento a largo plazo, se tiene la gran oportunidad de curar el Asma, ó en el peor de los casos, reducir en gran medida el problema, en casi un 80% de los casos tratados.
Consiste en aplicar bajo la piel aquella ó aquellas sustancias ó partículas alergénicas a las que el paciente resultó ser alérgico (basados en las pruebas especiales), en dosis perfectamente medidas, y en cantidades crecientes cada vez, forzando con ello al organismo a producir anticuerpos y células de "defensa" específicos para ésos alergenos inyectados, con la finalidad de inducir una "tolerancia" cada vez mayor a medida que las concentraciones de dichas defensas aumentan, lo cual lleva alrededor de 3 años o más. La tolerancia final alcanzada puede ser total (en la mayoría de los casos), ó parcial, dependiendo de la respuesta individual a dicho estímulo.

La frecuencia de las vacunaciones depende del tipo de extractos utilizados para preparar ésas vacunas, y eso depende de cada Alergólogo, pero la mayoría necesitan aplicarse inicialmente dos veces por semana, aunque posteriormente pueden espaciarse a cada semana ó cada quince días. El problema real de la inmunoterapia es que para obtener un buen resultado final, se necesita de una vigilancia más ó menos estrecha por parte del Alergólogo, esto es, visitas de control periódicas antes de cada cambio de dosis, y que, por tratarse de un tratamiento muy prolongado, se necesita la comprensión y apoyo absoluto de los padres, de los familiares, ó del paciente mismo. Debe entenderse lo que se está intentando con el tratamiento, y de las expectativas reales a largo plazo. En resumen, es un tratamiento que puede eliminar definitivamente el proceso alérgico, y por lo tanto el Asma, en forma total y esto se logra, generalmente, en menos de dos años en niños.
Por los estudios realizados en grandes series de pacientes asmáticos en todo el mundo, se ha podido comprobar que, si tomamos en cuenta todos los tipos y grados de asma, aproximadamente el 30 ó 40 % del total dejarán de tener asma solos, en un período de pocos ó muchos años. El otro 60 a 70% de los casos puede presentar remisiones y exacerbaciones por períodos largos (años), con la posibilidad que persista toda la vida, con diferentes grados de intensidad. Menos del 5% de los casos tienen Asmas severas desde muy pequeños; en éstos casos es muy difícil que dejen de tener Asma algún día, a pesar de tratamientos, nunca se les quita, pero aún así, pueden llevar una vida casi completamente normal.

A fin de cuentas, el pronóstico para una curación espontánea dependerá de muchos factores diferentes, entre los cuales están: la herencia uni ó bi-familiar; la edad de inicio; su asociación con otras alergias; su intensidad; su frecuencia inicial; etc. Por ello es absolutamente necesario hacer todos los estudios que se han mencionado ya, para que el especialista pueda dar un pronóstico lo más aproximado posible a la realidad en cada caso.

Es necesario recalcar que el tratamiento actual del Asma Bronquial debe de ser integral, pudiendo requerir diferentes tipos de especialistas (en casos severos ó crónicos), tratando de atacar todos y cada uno de los factores implicados en su producción.
Hasta un 85% de asmáticos tienen síntomas de sibilancias durante o después del ejercicio. Además muchos pacientes no diagnosticados como asmáticos pero con alergias o antecedentes familiares de alergia presentan broncoespasmo o sensación de opresión de las vías respiratorias causadas por el ejercicio. Otros síntomas incluyen latidos acelerados del corazón, tos, dolor abdominal y opresión del tórax que ocurren de cinco a diez minutos después del ejercicio.
Durante años, la incapacidad para participar en programas atléticos y/o deportes de recreo ha sido un obstáculo para niños y adultos asmáticos. Se pensaba que los asmáticos no podrían y no deberían tomar parte en equipos deportivos y actividades vigorosas. Actualmente, con detección adecuada y tratamiento, aquellos afectados con asma inducida por ejercicio y broncoespasmo son capaces de hacer casi cualquier clase de ejercicio, lo cual es benéfico para su salud física, así como para su bienestar emocional.
El ejercicio al aire libre con frío y a baja humedad (aire seco) tiende a empeorar los síntomas ya que se cree que ambos factores aumentan la pérdida de calor de las vías respiratorias. La obstrucción nasal empeora el asma inducida por ejercicio ya que el aire inspirado no es humedecido y calentado por la nariz. Los contaminantes ambientales (como el anhídrido de azufre IV), las concentraciones altas de pólenes y las infecciones virales de las vías respiratorias aumentan la probabilidad y la severidad de las sibilancias inducidas por el ejercicio.
En general, los ejercicios ó deportes que más probablemente desencadenen episodios de espasmo bronquial son aquellos que requieren de actividad física intensa en períodos moderados de tiempo y principalmente en ambientes abiertos (como básquetbol, tenis, racquetbol, carreras de curso medio, carreras de ciclismo, etc), sin embargo, los ejercicios pausados y continuos, con incremento progresivo del esfuerzo físico (aeróbicos), tienen menores probabilidades de causar problemas (natación, caminata, "jogging", aeróbics de bajo impacto, carreras de distancia larga, etc.).

Es posible, a pesar de todo, lograr una "tolerancia" del sistema bronquial hacia el AIE en la mayoría de los deportes, con técnicas de "calentamiento" apropiadas y adaptadas a cada caso, supervisadas por un entrenador físico con experiencia.
Para diagnosticar adecuadamente éste problema, el especialista se basa en una adecuada Historia Clínica, que detalle el tipo de síntomas y las variables propias del ejercicio, además de pruebas respiratorias especiales realizadas con aparatos para medir el flujo del aire y la capacidad pulmonar (Espirometría), tanto en condiciones de reposo (sin síntomas) así como después de someterse a diversos tipos y tiempos de ejercicio. En ocasiones, se puede diagnosticar Asma definitiva, aún en ausencia de síntomas aparentes.
En base al grado de reactividad al ejercicio debe de hacer una selección cuidadosa del tipo de ejercicio ó deporte que más le convenga, así como una adecuada planificación de cómo hacerlo.

La mayoría de los pacientes con asma ó broncoespasmo inducido por ejercicio se benefician y deberían recibir tratamiento con medicamentos adecuados antes de iniciar el ejercicio, para permitirles participar en cualquier actividad que ellos elijan.

La natación es considerada frecuentemente el deporte de elección para asmáticos y para aquellos con una tendencia hacia el broncoesapasmo por ejercicio debido a sus muchos factores positivos: un ambiente caluroso, húmedo, y generalmente disponible durante todo el año. Al parecer, también la posición horizontal ayuda a movilizar el moco de la parte inferior de los pulmones, además que ayuda a tonificar los músculos superiores del cuerpo.

Otras actividades recomendadas para asmáticos incluyen deportes que involucran el uso de descargas cortas y no muy frecuentes de energía, tales como el baseball, karate, luchas, carreras de campo y pista de corta distancia, golf, y gimnasia.

Eventos en clíma frío (tales como esquiar y hockey sobre hielo) o actividades continuas sin descanso (como básquetbol, hockey de campo o fútbol) son más probables que induzcan broncoespasmo de las vías respiratorias. Sin embargo muchos asmáticos han encontrado que con entrenamiento adecuado y cuidados médicos, pueden sobresalir como corredores o aún como jugadores de básquetbol.

Existe una ya larga lista de asmáticos que han logrado la excelencia en todo tipo de deportes, logrando incluso récords y medallas olímpicas.

Los medicamentos que pueden utilizarse antes del ejercicio para prevenir el broncoespasmo son: el salbutamol, el metaproterenol, la terbutalina, el cromoglicato, el nedocromil y las teofilinas. Sin embargo, es muy importante para todos los pacientes con asma inducida por ejercicio que se les efectúen pruebas respiratorias en reposo para descartar la posibilidad que no padecen asma crónica.
Los ejercicios de calentamiento antes de competencias son muy importantes, ya que pueden inducir tolerancia al broncoespasmo en éste tipo de personas. Sin embargo, se debe evitar ó reducir el ejercicio cuando tengan enfermedades virales, cuando los niveles de pólenes y de contaminación ambiental estén altos ó cuando la temperatura sea muy baja.

Una técnica que suele ayudar a reducir la obstrucción de las vías respiratorias es fruncir (entrecerrar) los labios para respirar durante el calentamiento y durante el ejercicio mismo.

Durante años, se ha considerado al paciente asmático como incapaz de participar en programas atléticos y/o deportes de recreo, lo que ha sido un obstáculo para niños y adultos asmáticos. Actualmente, con detección adecuada y tratamiento, aquellos afectados con asma y broncoespasmo inducido por ejercicio son capaces de hacer prácticamente cualquier tipo de ejercicio, lo que habitualmente redunda en una mejor salud física y emocional.
El asma es una enfermedad de las vías respiratorias que se caracteriza por tres problemas: obstrucción, inflamación e hiper-reactividad. El asma requiere cuidado médico continuo.
De acuerdo con el informe de las Guías para el Diagnóstico y/o Manejo del Asma (para médicos) emitido por el Programa Nacional de Educación del Asma, el tratamiento del asma tiene cuatro fases:
1.El uso de medidas objetivas de la función pulmonar (espirometría, flujo máximo espiratorio) para evaluar la gravedad del asma y para monitorear el curso del tratamiento.

2.Tratamiento con medicamentos diseñado para revertir y prevenir el componente inflamatorio de las vías respiratorias en el asma además de tratar el broncoespasmo de las vías respiratorias.

3.Medidas de control ambiental para evitar o eliminar factores que inducen o desencadenan las exacerbaciones del asma, considerando también a la inmunoterapia como alternativa en casos seleccionados.

4.Información veraz para el paciente sobre el Asma (educación médica), que involucra al médico (como promotor), al paciente, y su familia.

De acuerdo a dichas guías, existen cinco metas para el tratamiento efectivo del asma:
1.Lograr y mantener en niveles (casi) óptimos los índices de función pulmonar.
2.Lograr y mantener niveles normales de actividad, incluyendo el ejercicio.
3.Controlar síntomas crónicos y problemáticos (p. ej., tos o falta de aire en la noche, temprano en la mañana o después de hacer esfuerzo)
4.Prevenir las recaídas agudas (crisis) recurrentes de asma
5.Evitar efectos adversos provocados por medicamentos para el asma
Existen en general 2 grupos de medicamentos para tratar el Asma: Los medicamentos anti-inflamatorios Los broncodilatadores.
Los agentes anti-inflamatorios detienen y ayudan a prevenir el desarrollo de la inflamación en las vías respiratorias, estos incluyen los Corticoesteroides , el Cromoglicato, el Nedocromil, y, a últimas fechas, los anti-leucotrienos.
Los corticoesteroides son los medicamentos anti-inflamatorios más efectivos para el tratamiento del asma. Los corticoesteroides pueden ser administrados en forma oral o inhalada.

Generalmente la forma oral se emplea durante períodos cortos de tiempo cuando el asma del paciente se encuentra fuera de control. Los efectos probables de su uso prolongado ó muy frecuente a largo plazo incluyen aumento de peso, elevación de la presión arterial, cataratas, debilidad ósea, debilidad muscular e hinchazón (edema).

Los corticoesteroides inhalados son seguros y efectivos para el tratamiento del asma. Ya que este medicamento actúa en la fase inflamatoria del asma, se emplea como medicamento de primera línea para el asma moderada y severa. Los efectos secundarios probables incluyen candidiasis (un tipo de hongo ó "algodoncillo")en boca y garganta, y tos ocasional causada por el dispositivo de aerosol.
El cromoglicato de sodio y el nedocromil son medicamentos con efecto anti-inflamatorio menor que los esteroides. Sirven como preventivos que se inhalan directamente hacia los pulmones para prevenir síntomas inmediatos y tardíos. Actúan deteniendo los efectos de los alérgenos ambientales o irritantes (incluyendo los del ejercicio y exposición al aire frío y al anhídrido de azufre IV).

No son para uso oral. El cromoglicato de sodio viene en forma de polvo inhalable para ser usado con un aparato inhalador giratorio, también hay una forma líquida para usar con nebulizadores y una forma de aerosol de dosis medida. El nedocromil viene en forma de aerosol de dosis medida solamente. Estos 2 medicamentos carecen de efectos secundarios serios.
Es un grupo relativamente nuevo de medicamentos que actúan en una de las fases del proceso inflamatorio, inhibiendo la producción ó bloqueando el efecto de los leucotrienos, que son mediadores químicos muy potentes de la inflamación en el Asma. Se ha aprobado ya su uso para asmas leves a moderadas, como medicamentos preventivos de uso continuo.
La principal función de los broncodilatadores es abrir la vía respiratoria relajando el músculo bronquial. Los dos tipos principales de broncodilatadores son los agonistas beta-adrenérgicos (agonistas beta2) y las metilxantinas (teofilina). Otro grupo de menor importancia son los anti-colinérgicos que se usan ocasionalmente para el asma.
Los agonistas beta2 adrenérgicos actúan relajando el músculo de las vías respiratorias y para ayudar en el control del estrechamiento persistente de las vías respiratorias. Son medicamentos parecidos a la adrenalina que pueden administrarse en forma oral (jarabes o tabletas), por nebulizaciones, por aerosoles de dosis medida o por inyección. Las inyecciones se usan principalmente en situaciones de urgencia. Los agonistas beta2 inhalados son el medicamento preferido para el tratamiento de brotes agudos de asma y para la prevención del asma inducida por el ejercicio.
La teofilina es la principal metilxantina usada para el tratamiento del asma. Sirve como un broncodilatador de potencia leve a moderado. La formula de liberación sostenida es útil para controlar el asma nocturna. Se emplea en algunas ocasiones asociada con agonistas beta2 para obtener mayor bronco dilatación. También puede ayudar a reducir la fatiga muscular y tiene algunos beneficios anti-inflamatorios. El inconveniente principal de las teofilinas es que son frecuentes los efectos secundarios, que incluyen dolor abdominal, náusea, vómito, nerviosismo e insomnio.
La inmunoterapia (vacunas de alergia) es un método de tratamiento científicamente probado y aprobado para su uso en Asmas Alérgicas moderadas ó severas, cuando el uso combinado de medicamentos y medidas de control ambiental no logran las metas señaladas al inicio. Comprende la inyección de pequeñas cantidades de alergenos al paciente. Ésta ayuda a crear tolerancia o resistencia (permanente ó transitoria) a los alergenos que ocasionan las exacerbaciones de asma. Las concentraciones del alérgeno se van aumentando con el paso del tiempo hasta un límite, para reducir o eliminar los síntomas alérgicos del paciente.
Entre el 75% y 85% de los pacientes con asma tienen diversos tipos y grados de alergias. Este hecho refuerza el concepto de que el control de las alergias será benéfico para el paciente asmático alérgico. Para prevenir las reacciones alérgicas, son indispensables las medidas de control ambiental para reducir la exposición a los alergenos e irritantes (químicos ó físicos) en interiores y exteriores.
Reduzca la exposición a los alergenos exteriores permaneciendo en interiores cuando el conteo de polen y la humedad estén en niveles altos, sobre todo en días con viento pues difunden el polvo y el polen. Minimice la actividad temprano en la mañana cuando se emite el polen más frecuentemente. Mantenga las ventanas cerradas, especialmente durante la noche y use preferentemente aire acondicionado, el cual limpia, refresca y seca el aire.
Componentes del polvo casero: El polvo casero por sí mismo no es un alérgeno, pero lo que se encuentra en él puede causar reacciones alérgicas. El polvo casero puede estar formado de alergenos animales (sí es alérgico, deshágase de todos los animales de sangre caliente de la casa), ácaros del polvo casero (que se encuentran en colchones, almohadas, alfombras, muebles tapices, cobertores, ropa y juguetes blandos) y alérgenos de cucarachas.

Moho (hongos)de interiores: El moho de interiores se puede encontrar en baños, alfombras, sótanos, cocinas y otras áreas muy húmedas. Permita la ventilación adecuada y limpie frecuentemente estas áreas. Los deshumidificadores deberán fijarse en menos del 50 por ciento pero sobre el 25 por ciento.

Aparatos de control de aire: Existen varios aparatos de interiores que ayudan a controlar los alergenos en interiores. Estos incluyen acondicionadores de aire, unidades de limpieza de aire interior, humidificadores y aspiradoras. Los aparatos para la limpieza de aire en interiores pueden ser útiles, pero aún más importante es controlar el origen de los alergenos. El filtro de partículas de aire de alta eficiencia HEPA es el más efectivo y puede utilizarse dentro de la calefacción central y de los sistemas de enfriamiento (refrigeración) centrales o independientes.

Las aspiradoras pueden diseminar los alergenos durante el uso, por lo tanto los pacientes alérgicos deben usar una máscara al aspirar. Existen filtros HEPA que pueden adaptarse a algunas marcas de aspiradora.

Los humidificadores son importantes fuentes de crecimiento de hongos cuando no se limpian adecuadamente. Si se coloca el nivel de humedad muy alto, favorece el crecimiento de hongos. Ponga el nivel de la unidad entre el 25 y el 50 por ciento de humedad. Otros irritantes: Hay otros irritantes que pueden causar exacerbaciones en el paciente con asma. Estos incluyen el humo del tabaco, humo proveniente de estufas de leña, olores fuertes, aerosoles y contaminantes ambientales, incluyendo ozono y anhídrido de azufre IV.

Es indispensable que todo paciente con diagnóstico de Asma lleve a cabo estas medidas ambientales como la parte más importante de su esquema de tratamiento, lo que repercutirá en un mejor control, y por consecuencia, en una menor necesidad de otros tratamientos (medicamentos ó vacunas).
La mejor manera para la administración de medicamentos para tratar el asma es la inhalada. Se han introducido muchos aparatos diferentes en las últimas décadas para permitir a los asmáticos de todas las edades usar medicamentos inhalados para ayudarlos a controlar su problema respiratorio.

Las principales ventajas de los medicamentos inhalados son:

(1) Su administración directa al punto causante del problema (los bronquios y bronquiolos que conducen a los pulmones)

(2) La falta de efectos secundarios relacionados a los medicamentos administrados por vía sistémica (usualmente por vía oral).
Se encuentran disponibles en forma inhalada cuatro tipos de medicamentos para el asma:

1.Broncodilatadores beta2 agonistas, que son los más comúnmente usados. Estos incluyen albuterol, bitolterol, pirbutero, y terbutalina, que se usan como medicamentos de "rescate" para aliviar los ataques de asma. Estos inhaladores pueden utilizarse en exceso, el uso de más de un frasco por mes resulta motivo de preocupación. El salmeterol es un broncodilatador nuevo beta2 agonista de larga acción que se usa para como mantenimiento del control del asma.

2.El Ipratropium, es un broncodilatador anti-colinérgico.

3.Los corticoesteroides inhalados son medicamentos anti-inflamatorios potentes. Ejemplos son la beclometasona, budesonide (se espera que se apruebe pronto para su uso en los E.U.A.), flunisolida, fluticasona y triamcinolona.

4.Medicamentos anti-inflamatorios no-esteroideos como el cromoglicato y el nedocromil.
Muchos de los niños pequeños y algunos adultos tienen problemas para coordinar la inhalación con el disparo de un inhalador de dosis medida (IDM). Estos pacientes pueden preferir usar un espaciador. Los estudios muestran que un porcentaje mayor del medicamento es depositado en las vías respiratorias más bajas, en lugar de la garganta, después del uso de un IDM con un espaciador de volumen grande. Aquellos con cámaras de apoyo y válvulas de una vía para prevenir que se escape el medicamento tienen la ventaja de permitir al asmático respirar más cerca de su ritmo mientras se encuentra inhalando dosis efectivas de medicamento. Por lo menos una versión de un espaciador de volumen grande con cámara y una válvula se encuentra disponible con una máscara que viene en tres tamaños para los lactantes, niños y adultos.
Todos los inhaladores de dosis medida (IDM) traen instrucciones. Es muy importante seguir estas instrucciones cuidadosamente. Los individuos asmáticos y/o sus encargados de cuidarlos deben solicitar al médico que los prescriba que les dé una demostración del uso del IDM específico que vaya a usarse. Esta deberá hacerse nuevamente en la farmacia si es necesario. Se deberá revisar la técnica en las visitas de control. Los tipos de IDM usados para administrar albuterol, beclometasona, cromoglicato, fluticasona, ipratropium, nedocromil, salmeterol y terbutalina son todos muy similares entre sí. Las siguientes instrucciones corresponden a todos estos inhaladores:

(1)Agite bien el inhalador inmediatamente antes de cada uso.

(2)Quite la tapa de la boquilla. Si no hay tapa, verifique la boquilla abriéndola para ver si no hay objetos extraños antes de cada uso.

(3)Asegúrese de que el bote no se encuentre vacío recordando cuántas inhalaciones se ha administrado. Un fabricante incluye un "Verificador de atomizaciones" en las indicaciones del paciente. También existe en el mercado un aparato que el paciente puede insertar en su inhalador para registrar el número de inhalaciones aplicadas. Para los medicamentos de mantenimiento tomados a diario, puede dividir el número de inhalaciones por bote (escritas en el bote y/o en la información del paciente que viene con el medicamento) por el número de atomizaciones diarias para calcular cuántos días va a durar y cuando debe cambiar su IDM. El método de inmersión ampliamente usado es probablemente muy poco exacto para confiar en él.

(4)Verifique el aerosol del inhalador antes de usarlo por primera vez o si no ha sido usado en más de cuatro semanas. (No necesita hacerlo después cada vez que lo vaya a usar).

(5)Exhale por la boca para vaciar los pulmones.

(6)Coloque la boquilla en la boca, dejando la lengua debajo. Como alternativa, el inhalador puede colocarse a 1 ó 2 pulgadas de distancia de la boca abierta.

(7)Mientras inhala profundo y despacio a través de la boca, presione hacia abajo con firmeza y completamente en la parte de arriba del frasco de metal con su dedo índice.

(8)Continúe inhalando todo lo que pueda y trate de mantener la respiración por 5-10 segundos. Antes de respirar hacia afuera, quite el inhalador de la boca y quite el dedo del frasco.

(9)Espere 30-60 segundos y agite el inhalador otra vez. Repita estos pasos en cada inhalación que le haya recetado su médico.

(10)Coloque en su lugar la tapa de la boquilla después de cada uso.

(11)Limpie el inhalador completa y frecuentemente. Quite el bote de metal y limpie el estuche de plástico y la tapa enjuagándolos con agua corriente caliente, por lo menos una vez al día. No sumerja botes de metal que contengan cromoglicato y nedocromil. Después de secar completamente el estuche de plástico y la tapa, ponga en su lugar con cuidado el bote mediante un giro y coloque la tapa.

(12)Deseche el bote después de que haya usado el número etiquetado de inhalaciones. No se puede estar seguro de la cantidad correcta de medicamento después de este punto.

Nota: Los IDM usados para la administración de bitolterol, pilbuterol y triamcinolona son de cierto modo diferentes de los otros. Es muy importante seguir las instrucciones específicas incluyendo las de estos inhaladores. Los espaciadores y cámaras de aire que se encuentran en el comercio también vienen con instrucciones que modifican de algún modo las instrucciones mencionadas. Para "estar seguro" obtenga el entrenamiento específico para cada uno de los inhaladores que le receten.
Existen muchos nebulizadores en el mercado. Los más caros son los portátiles, con características como tamaño de peso ligero, paquetes de baterías y adaptadores para usar en automóviles. Pero aun los nebulizadores menos caros administran de un modo efectivo los medicamentos para el asma en gota fina, a través de máscaras de diferentes tamaños de lactantes hasta para adultos, a través de tubos-T o por adaptadores de boquilla. Los medicamentos nebulizados para el asma son especialmente útiles en lactantes, niños pequeños y algunos pacientes ancianos que no pueden usar un IDM, aun con una cámara de aire con máscara. Es también frecuentemente útil en niños mayores y adultos para ayudar a revertir crisis de asma aguda.

Una vez más el entrenamiento adecuado es necesario. Este puede ser proporcionado por personal del consultorio o el médico que recetó el tratamiento nebulizado. Este entrenamiento es frecuentemente proporcionado por compañías de suministro médico que equipan los nebulizadores. Su personal irá a la casa del paciente a entregar el nebulizador y entrenarlo.